
¿Qué es saber hablar?
Briz, A. (Coord.) (2008) Madrid: Santillana Ediciones (Pág. 19 – 46)
Saber hablar es una virtud y don del que gozamos casi todas las personas, pero sin duda del buen o mal uso del lenguaje dependen muchos éxitos y fracasos. Hoy día el dominio de la palabra se impone considerablemente, pero es quien sabe hablar bien quien obtiene reconocimiento social y otros beneficios.
Al considerar que una persona habla bien, nos referimos a que:
Maneja por un lado la situación, la intención y el contexto donde se desarrolle la comunicación.
Por otro lado, al uso correcto de la lengua, es decir a las habilidades fónicas, morfosintácticas y léxico-semántica.
Y finalmente, en la capacidad de integrar estos dos conocimientos.
De la misma manera saber hablar bien también depende del arte de persuadir, pues al presentar los argumentos necesarios para debatir y convencer a otros, obtiene más validez el punto de vista, entendiendo que en la mayoría de los casos la función persuasiva es el motor fundamental de quien sabe hablar.
Así, pues saber hablar es ser cada vez más consciente de la existencia de los mecanismos y tácticas lingüísticas de persuasión, pero saber hablar bien es llegar a adquirir esas habilidades argumentativas y ponerlas en práctica.
Igualmente saber hablar depende de la capacidad de enfrentarse verbal y extraverbalmente ante un público, tomando en cuenta la variedad de individuos y sus características.
En la actualidad hablar bien más que una actividad natural es una necesidad, pues inclusive en muchas empresas consideran necesaria la formación lingüística de sus trabajadores.
En ocasiones la palabra es el instrumento más eficaz para el logro de una meta, pero mal empleada, es una arma que se vuelve rápidamente en contra, por eso se requiere de la educación del habla
El habla se moldea mediante procesos de aprendizaje y diferentes técnicas y sólo a través de esto se llega a ser un buen hablante u orador. Estos procesos de aprendizaje pueden llevarse a cabo mediante las normas gramaticales que establece la Real Academia Española y la Asociación de Academias.
Aunque por otra parte no es tan fácil a veces decidir si algo es correcto o no desde el punto de vista léxico, ya que la norma léxica está sometida a cambios rápidos, aunque sí podemos determinar que sería menos recomendable.
Sobre el respeto a la norma de la gramática también se debería ligar el ajuste de lo hablado al contexto, pues es preciso tener en cuenta dónde se está produciendo, con quién, por qué y para qué la comunicación, para poder usar de modo adecuado el lenguaje en la situación.
Sería preciso que nos interesáramos en cultivar cada vez más la manera de hablar, para así hacer más fácil la integración y relación con los demás individuos y gozar de una buena comunicación con la dicha de “saber hablar”.
Hecho por:
Marylin Ninoska Reyes Barragán
Briz, A. (Coord.) (2008) Madrid: Santillana Ediciones (Pág. 19 – 46)
Saber hablar es una virtud y don del que gozamos casi todas las personas, pero sin duda del buen o mal uso del lenguaje dependen muchos éxitos y fracasos. Hoy día el dominio de la palabra se impone considerablemente, pero es quien sabe hablar bien quien obtiene reconocimiento social y otros beneficios.
Al considerar que una persona habla bien, nos referimos a que:
Maneja por un lado la situación, la intención y el contexto donde se desarrolle la comunicación.
Por otro lado, al uso correcto de la lengua, es decir a las habilidades fónicas, morfosintácticas y léxico-semántica.
Y finalmente, en la capacidad de integrar estos dos conocimientos.
De la misma manera saber hablar bien también depende del arte de persuadir, pues al presentar los argumentos necesarios para debatir y convencer a otros, obtiene más validez el punto de vista, entendiendo que en la mayoría de los casos la función persuasiva es el motor fundamental de quien sabe hablar.
Así, pues saber hablar es ser cada vez más consciente de la existencia de los mecanismos y tácticas lingüísticas de persuasión, pero saber hablar bien es llegar a adquirir esas habilidades argumentativas y ponerlas en práctica.
Igualmente saber hablar depende de la capacidad de enfrentarse verbal y extraverbalmente ante un público, tomando en cuenta la variedad de individuos y sus características.
En la actualidad hablar bien más que una actividad natural es una necesidad, pues inclusive en muchas empresas consideran necesaria la formación lingüística de sus trabajadores.
En ocasiones la palabra es el instrumento más eficaz para el logro de una meta, pero mal empleada, es una arma que se vuelve rápidamente en contra, por eso se requiere de la educación del habla
El habla se moldea mediante procesos de aprendizaje y diferentes técnicas y sólo a través de esto se llega a ser un buen hablante u orador. Estos procesos de aprendizaje pueden llevarse a cabo mediante las normas gramaticales que establece la Real Academia Española y la Asociación de Academias.
Aunque por otra parte no es tan fácil a veces decidir si algo es correcto o no desde el punto de vista léxico, ya que la norma léxica está sometida a cambios rápidos, aunque sí podemos determinar que sería menos recomendable.
Sobre el respeto a la norma de la gramática también se debería ligar el ajuste de lo hablado al contexto, pues es preciso tener en cuenta dónde se está produciendo, con quién, por qué y para qué la comunicación, para poder usar de modo adecuado el lenguaje en la situación.
Sería preciso que nos interesáramos en cultivar cada vez más la manera de hablar, para así hacer más fácil la integración y relación con los demás individuos y gozar de una buena comunicación con la dicha de “saber hablar”.
Hecho por:
Marylin Ninoska Reyes Barragán